¿UN DOMINGO CUALQUIERA?
¿UN DOMINGO CUALQUIERA?
Hoy me es bastante difícil sentarme a escribir esta crónica. Estoy jodido. Estoy dolido.
En primer lugar, estoy dolido por la forma de perder. Sí, perdimos. 19-35 nos ganó Madrid Barbarians en nuestra casa. Pero se ciñe más a la realidad decir que nosotros perdimos el partido, nuestro demérito hizo engrosar el tanteador rival demasiado para lo visto en el terreno de juego.
Venimos de una semana fría en lo climatológico, con entrenos muy físicos y dinámicos en los que se respiraba cierta tranquilidad por los últimos resultados conseguidos.
El martes, los gordos disfrutamos de nuevos ejercicios para la mejora de la melé, entrenamos touches…Los tres cuartos, en cambio, patada y recepción en la parte específica del entreno.
El jueves, a nuestro entreno le sumamos un partidillo con los veteranos del club, los Sanchos.
El partido del sábado contra Madrid Barbarians comenzó a las 16:00. Sabíamos que no era un rival fácil.
Un error colectivo en nuestra defensa, propició un tempranero ensayo de los visitantes con posterior transformación.
Sería el primero de muchos errores producto de la desconcentración que obviamente suponen puntos en contra: un penal y un ensayo en el minuto 18 y 30 respectivamente, aumentaría la renta de Barbarians.
En el 29’, un sin bin a nuestro pilier no menguaría el empuje de nuestra melé, fuerte, bajita y mejorando en cada partido. Quizá, algo de lo poco que se pudo salvar de la quema en un mal partido del XV del Hidalgo.
No obstante pudimos ensayar antes del descanso acortando distancias.
La segunda parte comenzó idéntica a la primera, con un Madrid Barbarians que puntuaba pronto mediante penal.
Comenzaría un “toma y daca” de veinte minutos en el que el Quijote ensayaría dos veces mas, con sus posteriores transformaciones, que no serían suficientes para alcanzar a Barbarians, que respondería con dos ensayos, sus respectivas transformaciones y otro penal.
Aunque fue un mal partido en líneas generales, tuvimos ciertos momentos de lucidez, con leves pinceladas de buen juego y concentración que nos permitieron creer en la remontada.
El día siguiente, no ha sido un domingo cualquiera. Ha sido un domingo de reflexión para todos los integrantes del equipo, lo sé. Lo sé porque yo lo he hecho. Y sé que al igual que a mí, a todos nos duele el resultado, pero nos duele este equipo, esta familia, la imagen dada. Dimos una imagen de individualismo, cada uno haciendo la guerra por su cuenta. Desconcentrados, olvidando que somos quince en el campo con un objetivo común. Y yo el primero, pido disculpas a mis compañeros.
La casualidad quiere que haya un film titulado “Un domingo cualquiera”. No vale un duro la película, es mala de narices, pero en ella, el entrenador da una arenga a sus chicos antes de salir al campo. Ese discurso finaliza así:
“…Tenéis que mirar al que tenéis a vuestro lado, miradle a los ojos. Creo que vais a ver a un tío, dispuesto a ganarla con vosotros, vais a ver a un tío que se sacrificará por este equipo,porque sabe que cuando llegue la ocasión, vosotros haréis lo mismo por él.
Eso es un equipo caballeros, y…o nos curamos ahora, como equipo, o moriremos, como individuos…”
El Quijote es más que un equipo de rugby, somos una familia en la que cada uno aporta, en la que nos apoyamos todos, en la que nos cuidamos, en la que el grupo humano es una prioridad.
Sé que aportaremos la solución para curarnos de esta derrota. Como equipo…como grupo humano.
Tras el encuentro, disfrutamos de un gran tercer tiempo en el Dublín, cerveza y patatas con costillas para ambos equipos.
El polo de mejor compañero fue para César, nuestro barbero, por su esfuerzo y compromiso. El cagoulard recaería en Mario.
Agradecimientos al bar Dublín, a Madrid Barbarians por permitirnos un duro encuentro y al árbitro del encuentro por su gran trabajo.
-La Crónica del Pollo-