Ha sido un largo año de espera en el que hemos sufrido lo indecible. Es inevitable tener que mencionar esta maldita pandemia en la crónica del primer partido de la temporada, porque nos ha arrebatado mucho: tiempo, dinero, alegría, trabajo, amigos, familiares, personas, rugby…

Hemos soñando cada noche con un nuevo try, con otra melé, con otro tackle, con volver a compartir con nuestros hermanos de equipo… oníricas herramientas que nos permitieran sentirnos vivos de nuevo. Como un primer síntoma de mejora, de vuelta a la normalidad. Sentir y saber que cada partido que podamos disputar es una victoria en sí mismo.

Y así regresamos a la cancha en un triangular amistoso que nos enfrentaba a Sanse Scrum y a Torrelodones Rugby.

Un minuto de silencio en honor a Santi Campos y a Macu, madre de nuestros compañeros Colo y Tito, marcaba el inicio del evento.

Los primeros cuarenta minutos jugábamos contra el equipo sansero. El Quijote RC formaba con un XV con muchas caras nuevas. Para algunos era su primer partido en un deporte nuevo, pero no por ello se amilanaron. Tras quince minutos de fuerte defensa quijotesca, en el que el carácter y la valentía suplían a la falta de experiencia, Sanse Scrum se adelantaba en el marcador con un equipo más experimentado. Sólo a quince minutos del final, cuando Sanse ya no tenía tanto físico, el Quijote se ponía el mono de trabajo y se iba para delante, haciéndose con el control del balón y dando pinceladas de buen juego. Finalmente, los sanseros ganarían con solvencia en este y en su posterior enfrentamiento contra los anfitriones.

Mientras Torrelodones Rugby y Sanse Scrum se enfrentaban, los chicos del Quijote descansaban y comentaban detalles a mejorar de cara al segundo mini partido.

En él, fue Torrelodones quien golpeó primero con un try tempranero por el centro de la defensa.

Pero el Quijote se centró rápidamente, se hizo con el balón y en una preciosa jugada, en la que colaboró el XV al completo, saliendo en ataque fase a fase por todo el ancho del campo desde prácticamente la línea de 22 metros propia, Liset ensayaba bajo la H y marcaba la conversión posterior.

Mejor en defensa que en ataque, el Quijote trabajó el resto del partido hasta que sobre el pitido final, en una jugada muy parecida a la del primer ensayo, con preciosos offloads, juego rápido de manos y duros al choque, era Flubber quien ensayaba también bajo los palos.

Enhorabuena a los chicos nuevos del equipo y a los Sanchos que jugaron este partido, y que este año tenemos la enorme fortuna de que formen parte del equipo sénior: Jaime, Isma, Alex, Yama, Héctor, Quique y Santi. Gran trabajo y esfuerzo de todos ellos.

Gracias a Torrelodones Rugby y Sanse Scrum por la gran mañana de domingo que disfrutamos.