TRABAJO Y COMPROMISO EN ALCORCÓN

TRABAJO Y COMPROMISO EN ALCORCÓN

TRABAJO Y COMPROMISO EN ALCORCÓN

“Porque de cada cosa saqué la quintaesencia,
tú me diste tu barro y con él hice oro.”

Con este verso terminaba Charles Baudelaire su obra “Las flores del mal”, sentando un nuevo modelo estético en la poesía moderna.

Tras un fin de semana de descanso, y con buena moral por el resultado contra Olímpico, la semana discurrió con entrenamientos duros tanto el martes como el jueves, donde practicamos con mayor énfasis el duelo, el choque y los rucks.
La cita contra URO Alcorcón era el domingo a las 11:00. La mañana era fría y húmeda, como el pecho de un sapo (mi poesía es menos refinada, como se podrá observar). El campo un buen barrizal. No se me ocurren mejores condiciones para pasarlo “del carajo” jugando al rugby.
Los de Yuncos acudíamos con una reducida expedición, con sólo dieciséis efectivos, pero nos sobraban las ganas de ganar, de disfrutar y el compromiso. Para muestra un botón: nuestro míster y nuestro tercera línea arrimando el hombro como los que más sin dormir por cuestiones laborales.
Con el saque inicial comenzaría un partido de reencuentros. Arturo, volvía al XV tras cumplir una eterna sanción. También nos reencontramos con la confianza en nuestras capacidades individuales y por extensión nos volvimos a ver desarrollando nuestro juego.
Con un control absoluto de la melé durante el encuentro, el Quijote se adelantaría pronto en el marcador con un ensayo de Recho, en jugada individual un poco futbolera a la salida de una melé disputada en el centro del campo.
URO Alcorcón respondería pronto al golpe con un ensayo, empatando a 5 en el tanteador. No obstante, de nuevo a la salida de una melé volveríamos a ensayar. En este caso, sería “un despierto” Edu quien lo anotaría después de que nuestros gordos metieran a la melé rival en la zona de ensayo desde la línea de cinco metros.
Con la transformación de Liset y dos penales a favor de Alcorcón, nos iríamos al descanso. El Quijote estaba disfrutando pero no queríamos relajación alguna. Era vital sumar una victoria.
Con la reanudación, un penal pateado a palos ampliaría más nuestra renta. El Quijote controlaría esta segunda parte en su totalidad.
Una férrea defensa, un buen juego en la línea, con muy pocos errores de manos, así como un gran trabajo en las jugadas estáticas, fueron las armas de los sagreños para jugar en campo de URO Alcorcón prácticamente media hora. Un balón no posado y un placaje “in extremis” bajo la hache, frenarían la puntuación pero no el empuje de un confiado Quijote que acabó con catorce sobre el campo por sin bin en el minuto 78.
El final del partido llegaría con 11-15 a nuestro favor ante un gran Alcorcón, que con un trabajador y noble plantel nos permitió disfrutar de un gran encuentro.

Como el poeta francés, el Quijote “hizo oro del barro”, haciendo un gran partido y cosechando una merecida victoria, aunque tampoco es que “sacáramos la quintaesencia”.
El cagoulard de este encuentro sería para Flubber, por cuajar una buena actuación digna de ser retratada (o fotografiada, ¿verdad Carlos?) en una posición en la que nunca había jugado.
El polo al mejor compañero se entregó a Iván, el míster, por su esfuerzo, su compromiso y su insomnio, en representación del resto de compañeros que se presentó sin dormir por trabajo, resfriados, o con pequeñas lesiones, que trabajaron “shoulder to shoulder”.
Nuestro sincero agradecimiento a URO Alcorcón por el partido y el suculento tercer tiempo que organizaron, y al árbitro por su gran trabajo.

-La Crónica del Pollo-

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