Santiago «Santi» Campos, in memoriam
Hoy no amaneció para ti compañero, así sin más. Ayer estabas derrochando alegría y cariño a propios y ajenos y sin saber por qué la vida te ha hecho esto, hoy es un día que cuesta no pensar en el tipo fabuloso que se ha marchado; no puedes más que preguntar ¿por qué la vida le hace esto a la buena gente?
Duele saber que no estarás en el próximo entrenamiento, medio lesionado pero ahí como el primero.
Llegaste al rugby hace poco, como muchos de nosotros, y llegaste con ese ánimo y pasión que derrochabas en tu vida. El campo se hacía corto para tu entusiasmo y siempre dabas ese toque de alegría al vestuario y al campo. Da igual a lo que hubieses jugado lo hubieses hecho bien, la gente con pasión siempre lo hace bien, pero elegiste engancharte a esta locura del rugby, a esta puta locura de Sancho Panza Rugby, a la utopía de Quijote Rugby Club, entrenos en Yuncos y ahora en tu querido Aranjuez ¡Joder como se te va a echar de menos!
Todos sabemos que donde vayas llevarás tu alegría y pasión por todo y por el rugby, busca un buen prado verde y ve negociando unas H para que dentro de muchos años cada uno, cuando le toque, podamos volver a jugar juntos y echarnos unas cervezas.
Que la tierra te sea leve hermano, te vamos a echar mucho de menos.