Quijote Rugby Club vs CRC Pozuelo
» Amor y deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama»
Cita del libro Don Quijote de La Mancha
En la quinta jornada de nuestra competición, el grupo A de la 3ª división de Madrid, allá por mediados de noviembre, nos deberíamos haber enfrentado a CRC Pozuelo. Como es sabido, esa jornada resultó ser suspendida finalmente en varias categorías por la situación que se atravesaba en la designación de los árbitros cada fin de semana, provocando el aplazamiento de nuestro encuentro hasta el día 21 de diciembre.
Así, en unas fechas en las que el cuerpo ya pide más polvorones que placajes, el Quijote seguía manos a la obra en su objetivo de conseguir liderar la clasificación.
A las 16:00 comenzaba el encuentro en Yuncos, donde un nutrido grupo de nuestra afición animaba al XV con todas sus fuerzas.
El día nos daba una de cal y otra de arena: nos regalaba sus últimos rayos de sol, pero nos azotaba con viento recio que no empeoraba la temperatura, pero sí era molesto en la disputa de touches y balones aéreos.
Tras unos minutos de prudente tanteo, era el Quijote quien anotaba el primer ensayo. Flubber, que este año está inconmensurable, se lanzaba imparable sobre el ingoal de los visitantes. Liset no fallaría la transformación pese al incómodo viento.
Unos minutos más tarde, Tali atravesaba la defensa rival tras un gran pase de Liset a 10 metros del ingoal, siendo el propio Liset quien anotaba la transformación.
Poco después, tras el saque de centro de este ensayo, el balón sería bien recepcionado. No obstante, el placaje alto sufrido en la recepción nos daba el segundo ensayo: un penal sacado rápido lanzaba a nuestros tres cuartos al ataque como una hambrienta manada de lobos. Sería Tali de nuevo, que jugaba de primer centro en este partido, quien culminaría la jugada posando el oval bajo los palos.
Todo parecía darse muy a favor del Quijote, con tres ensayos y tres conversiones en apenas veinte minutos. Pero nada más lejos de la realidad.
El Quijote, que se sabía superior, se desconectaba de un encuentro controlado, siendo superior en la melé, la touch y la línea de tres cuartos durante 25 minutos.
A partir de aquí, el equipo le perdió la cara al partido, a lo que se sumó el sin bin a Yamil. CRC Pozuelo tomó la batuta y se fue al ataque. Por mediación de su apertura, que mas bien era un 8 sobrealimentado”, consiguió ensayar y transformar antes del descanso, metiendo presión a nuestro XV.
A la vuelta del intermedio, el XV del Hidalgo jugaba contra dieciséis: los quince jugadores de azul y amarillo y el viento, que hasta ahora había sido nuestro aliado.
CRC se aprovechaba de nuestra indecisión en el juego de manos producto del molesto viento y donde debíamos asegurar la distancia y con ello queríamos la presión de la defensa y esa presión tubo su rédito y otra vez CRC anotaba en línea de gol, se acercaban en el marcador y se agrandaban.
Sin embargo, en un trabajado ataque, nos poníamos sobre la línea de 5 metros de los rivales, y Recho conseguía el try pegado a la línea de touch.
En una de sus zigzagueantes galopadas, Yamil ensayaba de nuevo unos minutos después tras sacar rápido un penal en el centro del campo.
Lejos de amilanarse, el CRC Pozuelo siguió metiendo presión a nuestros jugadores, la lesion de Flabber hace mover el banquillo y dar una pequeña ventaja en nuestra línea de backs. Así, de nuevo por mediación de su apertura, y en sendas acciones muy similares, conseguían dos ensayos más y una transformación.
Corría el minuto 79, cuando anotaban por última vez los visitantes. El Quijote, debía tirar de ofició, de concentración para llevarse el partido y con toda la presión sobre los hombros, tenía que aguantar ese minuto final que se disputó con una última melé, de la que sacó el balón jugado el CRC y abría hacia su ala. Sobre la línea lateral, era placado por la defensa y en un gran contraruck, el Quijote recuperaba el balón y lo sacaba a touch, finalizando el emocionante partido.
El resultado final sería de 31-24, un justo marcador a la vista de la preciosa batalla brindada por ambos equipos.
Para colmar el buen ánimo local, los resultados en los demás encuentros nos servían para acabar el año como líderes de la clasificación.
De nuevo, sería el bar Dublín el encargado de saciar el hambre y la sed de ambos contendientes con unas sabrosas lentejas y fría cerveza.
Dedicamos la cita del encabezado de esta crónica, a todo el Quijote Rugby Club para que podamos comprender que si deseo algo debo trabajar sin excusas ni lamentos para conseguirlo y si amo algo debo demostrarlo sin tantas palabras sino con mis actos diarios!!
El equipo Senior les desea una muy Felices Fiestas y un gran año 2020 para toda la familia del Quijote Rugby Club.