NINGÚN JUGADOR ES TAN BUENO COMO TODOS JUNTOS

NINGÚN JUGADOR ES TAN BUENO COMO TODOS JUNTOS

«NINGÚN JUGADOR ES TAN BUENO COMO TODOS JUNTOS»

Esta frase de Don Alfredo me la llevo repitiendo desde el último partido, y creo que puedo resumir con ella lo vivido en Paraninfo.
Me ha parecido propicio citar a la “Saeta Rubia” por varios motivos: el primero, a mis amigos atléticos les encantará que un madridista escriba estas frases y cite a otro madridista.
Pero lo cierto es que le cito por su carácter deportivo, un hombre de equipo inspirador para cualquiera, hispano argentino con un carácter peculiar que cambió y completó al Real Madrid.
En cierta manera, guarda un paralelismo con Iván Carrón para el Quijote RC. Pero no seré yo quien lo diga, no vaya a ser que me tilden de pelota o algo por el estilo. ¿Será la Navidad, que se acerca y me enternece? Puede ser. Lo cierto es que me viene al pelo citar a Di Stéfano por otra frase suya que me dije a mi mismo al final de la cena del equipo…

El martes los asistentes al entreno nos dejamos la piel en un entreno duro, trabajando el placaje, trabajo de piernas, ataque…pero sobre todo volvimos a sacar un mensaje claro: somos y debemos ser una familia. Un grupo donde todos aportamos nuestro granito de arena. Así nos lo remarcó el míster en el corro. El talante de la tropa cambiaba…
El jueves, un entreno especial: asistía a Yuncos Lucas Paulos, segunda línea argentino formado en CR Majadahonda que ya ha debutado con los Pumitas y que apunta muy alto.
Con sus consejos, los gordos entrenamos touch, maul y melé. Disfrutamos de lo lindo.

Como dice la canción, “saturday is the rugby day” y así nos citamos con los líderes de la liga, el equipo de Soto del Real RC.
Por cuestiones que no vienen al caso jugamos en el campo de Paraninfo como locales, al que estábamos convocados 17 efectivos, aunque finalmente fuimos 15 por accidente “in itinere” de Flubber y por lesión de Marcos. Nada grave.
El partido empezaría a las 14:00 con un clima frío y amenazando lluvia.
Con prontitud, Soto ensayaba y pocos minutos después marcaba un penal. La arenga del míster en la “H”, motivaría a un Quijote ansioso por disputar la victoria al confiado rival.
Aun con una expulsión temporal en el minuto 15, el ensayo de Yamil y Tali, y una transformación de Liset acortaría distancias en el marcador antes del descanso,al que nos marchamos 12-15 a favor de los visitantes, que estuvieron en su 22 bastantes minutos ante el ataque sagreño. El resultado pudo ser otro al descanso con un try de Recho que el árbitro consideró que no había sido posado.
El cambio había sido evidente: no disputar los rucks era la clave. Esto nos permitía una mejor línea defensiva que complicaba a Soto, mejor recolocación y menor desgaste físico. El Quijote engrasaba la máquina.
La segunda parte comenzaba al contrario que la primera: nosotros fuimos los que golpeamos primero. Esta vez Recho sí ensayaba y Liset transformaba, adelantándonos en el tanteador. Soto se veía sorprendido. Ensayaron apenas unos minutos después pero la transformación errada, y el ánimo del Quijote, no permitía la relajación del XV de la Cigüeña.
En cambio, en el minuto 67 Soto aprovecharía el hueco de Ale en nuestra defensa, que estaba tendido en el suelo lesionado. El posterior sin bin y el cansancio harían mella.
Así, Soto daba la vuelta definitivamente al marcador con dos ensayos más y una transformación. 19-37 ganaba Soto del Real.
El líder de la liga se llevaba los puntos pero la moral y la cabeza alta nos la llevamos nosotros. La actitud, el juego, el esfuerzo y la dureza fue alabada por el staff de Soto y fue el motivo del corro final del Quijote sobre el césped.

El tercer tiempo fue celebrado en nuestro pub de referencia, el Dublín, aunque de forma más corta pues teníamos la cena de Navidad del equipo.
La cena de Navidad no siguió las tradiciones esta vez: Horacio no lloró y Tello no apareció con la cara amoratada.
¿La crítica de moda? Ellas preciosas, ellos elegantes. El kilt se abre paso con fuerza. Comodidad y frescor derrochaban sus portadores.
La copiosa cena se alternaba con las típicas rifas.
Después entrega de premios: mejor Hidalgo de la temporada para Saúl. Merecido galardón para el capitán del equipo.
Premio a la mejor Dulcinea del año para Estrella. Muy merecido el premio para mi querida Estrellita. Hasta aquí todo correcto.
Ahora la debacle…mejor Quijote del año…para mí. Si…yo…Se ve que me quieren o algo, porque yo no he sobornado a nadie y no había tanto vino en las mesas…
Y ahí la frase de Don Alfredo que decía al principio: “no lo merezco, pero lo trinco…
En fin, después dimos lo poco que nos quedaba en la discoteca hasta altas horas de la madrugada.
¡¡Feliz Navidad!!

-La Crónica del Pollo-

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