Visita del Quijote RC frente a AD Ingenieros Industriales Las Rozas Rugby C.

Este fin de semana visitamos a Ingenieros Industriales en Las Rozas.

El entrenamiento del martes, pasado por agua, fue intenso a pesar de no contar con demasiados efectivos. En cambio, el jueves, con aún menos gente disfrutamos de una soleada mañana en Yuncos en la que pudimos entrenar nuevas opciones para las touches. 

Así, el domingo nos presentamos en El Cantizal para jugar un partido que prometía ser duro. Día espectacular para jugar al rugby en unas muy buenas instalaciones deportivas.

El partido empezó con un rápido ensayo local. El 8 de Ingenieros comenzaría así su particular show.

No obstante, el siempre rudo Quijote RC respondería en el siguiente saque de centro. 

Tello, que mide un metro sesenta y poco, que es capaz de bajar una melé hasta que la barriga le toca la espinilla, es  también capaz de hacerse un gigante y tapar una patada rival que provoca el ensayo de Marcos. Más tarde le romperían las narices (quién sería…), pero él inspira fuerte y continua. No crece más porque no le deja el peso de sus enormes pelotas.

Durante minutos, nuestra férrea defensa paró los envites de Ingenieros. Los locales percutían con verticalidad y dureza.

Hacia el minuto 22, un ensayo del pilier adelantó a Ingenieros. La poca eficacia local en la patada nos permitía mantenernos a una distancia suficiente como para seguir creyendo en nuestras opciones, más aún cuando fue expulsado su pilier.

El sin bin a nuestro flanker igualó en número a ambos equipos por minutos, pero el Quijote no pudo aprovechar la superioridad numérica que tuvo el resto de partido.

Su 8, que ensayó en cinco ocasiones, era su principal arma, veloz y duro en el choque.

Pudimos acercarnos en el marcador algo más, quedándonos a un ensayo del bonus. Primero Yamil, con una galopada diagonal, y Tello, a un minuto del final, maquillarían el resultado. 

Hacia el minuto 70: CATÁSTROFE!! Pollito hizo una de sus “polladas”. Quiso demostrar su “falta de olfato”en el juego, llevando sólo cinco minutos en el terreno de juego. El problema es que también le “tocó las narices” al querido Tello.

Dicho lo cual,podemos considerar como hombre del partido al pequeño genio barbudo, por partirse la cara como tantas otras veces.

El polo de mejor compañero fue merecido para Tamariz, por su imparable evolución.

El cagoulard más que merecido para este humilde escribano. 

Después de la contienda, buen tercer tiempo en las mismas instalaciones. 

Gracias al árbitro por su excelsa labor, y a Ingenieros por permitirnos un buen día de rugby.

-La Crónica del Pollo-